Redise�o
de Procesos de Negocios Usando Patrones
Compartiendo
Pr�cticas para Aumentar la Productividad
Indice
del Cap�tulo
1.1
El cambio de paradigma de la d�cada de los
noventa
1.2 Replanteamiento de la estructura burocr�tico-funcional
1.3 El impacto de las Tecnolog�as de la Informaci�n
1.4 Patrones de procesos
CAPITULO
1: INTRODUCCION
1.1
El cambio de paradigma de la d�cada de los noventa
Como
consecuencia de la necesidad de ser eficientes en una econom�a globalizada,
se est� produciendo en el mundo un cambio de paradigma en la gesti�n
de empresas e instituciones. La r�gida y poco din�mica organizaci�n
burocr�tico-funcional con �reas funcionales y de manejo por
comando y control, donde los niveles superiores planifican, dirigen,
coordinan y controlan, y los inferiores ejecutan es reemplazada
por la organizaci�n en red. Esta es descentralizada, con menos niveles
jer�rquicos, otorga poder de decisi�n a los niveles operativos,
est� orientada a los clientes, es generadora de conocimiento y es
manejada por proceso.
La
�ltima caracter�stica es una de las m�s distintivas, porque obliga
a visualizar la organizaci�n como un conjunto de cadenas de actividades
interrelacionadas que existen para cumplir con su fin: generar productos
o servicios para clientes internos o externos. Estas cadenas, que
son los procesos del negocio, cortan horizontalmente las �reas funcionales
tradicionales y exigen un dise�o que asegure un funcionamiento coordinado
y eficiente del conjunto de actividades que las componen. As�, por
ejemplo, la generaci�n eficiente del producto cr�dito hipotecario
en un banco requiere que el ejecutivo comercial, los evaluadores
del cr�dito, los tasadores, abogados y operadores que generan el
cr�dito, act�en como un equipo bien afiatado.
Los
procesos, apoyados por Tecnolog�a de la Informaci�n hardware,
software y redes de comunicaci�n, hacen fluir los documentos,
facilitan la coordinaci�n, y apoyan la realizaci�n de actividades.
Es decir, son los que materializan la organizaci�n en red [9].
Los
procesos existen en las empresas, pero su funcionamiento ha sido
el fruto de la historia y la experiencia. Dada la naturaleza funcional
de las organizaciones, ha habido cambios y mejoras puntuales en
ellos, pero rara vez sist�micos y orientados al cumplimiento de
los objetivos globales de los mismos, lo que hace que en general
sean extremadamente ineficientes. Esto ha conducido a la necesidad
de enfrentar su redise�o*
El
redise�o de procesos consiste en tomar las actividades de un proceso
en su totalidad y someterlas a un cambio fundamental, el cual habitualmente
implica un uso intensivo de Tecnolog�as de la Informaci�n que garantice
un desempe�o claramente mejorado del mismo [7]. As�, en el caso
de cr�dito hipotecario, gracias al flujo electr�nico (workflow)
de los documentos se eliminan pasos y autorizaciones innecesarias.
Con ello se puede reducir sustantivamente el tiempo que toma cursar
una operaci�n. Tambi�n se ha usado el t�rmino reingenier�a para
denotar los enfoques que propugnan un cambio m�s radical de los
procesos. Nosotros no hacemos tal diferencia y adoptamos el t�rmino
redise�o para incluir en �l una amplia gama de posibilidades de
cambio.
La
experiencia muestra que el redise�o de procesos lleva a soluciones
similares en procesos del mismo tipo. Por esto, no hay raz�n alguna
para pensar que un redise�o optimizado del proceso de cr�dito hipotecario
debiera ser muy diferente de un banco a otro. Asimismo, el proceso
de satisfacci�n de pedidos redise�ado en una empresa de distribuci�n
no debiera tener diferencias fundamentales de otra del mismo rubro
y el proceso de atenci�n de urgencias redise�ado en un hospital
p�blico no deber�a diferir del de otro.
A
continuaci�n profundizamos en los cambios enunciados en este punto.
1.2 Replanteamiento
de la estructura burocr�tico-funcional
El
primero y tal vez m�s fundamental de los cambios ya rese�ados es
el replanteamiento de la tradicional estructura burocr�tico-funcional
de las organizaciones. En s�ntesis, este replanteamiento consiste
en alejarse de la idea de comando y control asociada a esta estructura
en la que unos pocos, en los niveles altos de la jerarqu�a,
dirigen y el resto ejecuta, lo cual conduce a descentralizar
las decisiones, un otorgamiento de poder a los que ejecutan las
actividades operativas y a disminuir (o aplanar) los niveles de
la jerarqu�a [23]. Esto va acompa�ado de un manejo por proceso,
el cual consiste en que las actividades, en diferentes �reas funcionales
que componen una cadena asociada a la generaci�n de alg�n bien o
servicio por ejemplo, el procesamiento de una orden desde
que se pide un producto hasta que �ste se entrega, que involucra
a ventas, cr�dito, bodega, distribuci�n, etc. se consideran
como una sola unidad, a la que denominamos proceso, la cual puede
analizarse y dise�arse para cumplir su prop�sito, optimizando su
desempe�o de una manera apropiada.
El
enfoque de proceso es revolucionario, por cuanto rompe las barreras
funcionales que t�picamente existen dentro de una organizaci�n,
permitiendo una coordinaci�n expl�cita entre �reas que, dentro de
un esquema burocr�tico-funcional, se manejan en forma relativamente
independiente. Por ejemplo, esta coordinaci�n permite abordar expl�citamente
los t�picos desencuentros y conflictos que se producen entre ventas
y producci�n/operaciones, los cuales tienen que ver con que ventas
no transparente debidamente sus planes comerciales al �rea de producci�n
y que �sta es poco activa para prever demandas irregulares, ocasionando
p�rdidas de ventas, o demasiado activa, generando inventarios innecesarios.
Un manejo por proceso proveer� mecanismos expl�citos y dise�ados
de coordinaci�n por ejemplo, manejo por stock m�nimo o just
in time para cumplir objetivos declarados; por ejemplo,
satisfacer la demanda a m�nimo costo.
Otra
consecuencia del manejo por proceso es que la coordinaci�n entre
las diferentes �reas funcionales que son parte de un proceso, adem�s
de ser expl�cita, se descentraliza y es parte de la operatoria del
proceso o de la interacci�n entre las personas que lo ejecutan.
Esto elimina funciones que tienen que ver con coordinaci�n por jerarqu�a
dentro de la estructura organizacional.
La
experiencia de muchas empresas en el mundo es que, al adoptar un
enfoque de proceso, se generan incrementos de beneficios muy significativos
por ejemplo, reducci�n de costos de un orden de magnitud
y que, al mismo tiempo, se mejora en el manejo de la variable humana,
dada la descentralizaci�n de decisiones al grupo que maneja el proceso
y su autonom�a para autocoordinarse [7] . La explicaci�n para una
mejora tan sustantiva reside en el hecho de que nunca nadie ha estudiado
y dise�ado expl�citamente los procesos, siendo m�s bien su operatoria
el fruto de la tradici�n y las costumbres.
El
enfoque de proceso ha conducido naturalmente a la necesidad de contar
con metodolog�as y herramientas para realizar su reingenier�a o
redise�o [7] . Estos �ltimos t�rminos podemos observar
connotan que los procesos de una empresa son objeto de dise�o, tal
como lo son una obra civil, una planta minera o un refrigerador.
Nuestra propuesta de metodolog�a de redise�o se da en los Cap�tulos
6, 7 y 8.
Tal
como las ingenier�as tradicionales, la reingenier�a o redise�o de
procesos tiene sus planos, que son los modelos de los procesos tema
que profundizaremos en los Cap�tulos 3, 4 y 5, los cuales
llevan a explicitar de una manera clara y precisa la forma en que
un proceso operar�. Esto tambi�n permite su eventual simulaci�n;
es decir, procesar el modelo en un computador para evaluar el desempe�o
del mismo, sin tener que recurrir a prueba y error en la pr�ctica.
1.3 El
impacto de las Tecnolog�as de la Informaci�n
Otro
lugar com�n hoy d�a es que nos encontramos en la "Era de la
Informaci�n" [9]. Esto tiene tambi�n significativas implicancias
para el cambio organizacional. La disponibilidad de cada vez m�s
potentes y econ�micas Tecnolog�as de la Informaci�n (TI) hace que
el manejo organizacional sea m�s susceptible de ser apoyado computacionalmente
[9]. Esta tendencia interact�a estrechamente con la anteriormente
se�alada del enfoque de proceso. En efecto, las rutinas o pr�cticas
dise�adas como parte del redise�o de un proceso se internalizan
habitualmente en un sistema computacional que orienta, apoya y coordina
a las personas que lo ejecutan. As�, por ejemplo, es hoy d�a habitual
que las empresas l�deres en servicio a sus clientes tengan procesos
de atenci�n altamente computarizados. Este es el caso de Dell,
fabricante y distribuidor de computadores, que permite a sus clientes
ordenar por medio del World Wide Web (WWW o Web), siendo
todo el proceso de satisfacci�n de una orden ejecutado dentro de
esta empresa con apoyo computacional, desde verificaci�n de cr�dito,
pasando por programaci�n del ensamblaje seg�n especificaci�n del
cliente, hasta despacho y atenci�n de consultas del mismo; Federal
Express, que apoya todo el proceso de ruteo y transporte de
paquetes en un sistema computacional, el cual tambi�n permite que
un cliente pueda consultar por medio del Web la situaci�n en que
se encuentra un env�o; y Amazon, una empresa que permite,
por el mismo medio, encargar libros de un cat�logo de cientos de
miles de t�tulos, con una entrega en pocos d�as apoyada en un proceso
altamente computarizado.
En
empresas extremadamente tecnificadas, como las descritas en los
ejemplos anteriores, el proceso es, en gran medida, el sistema computacional
que ejecuta las rutinas o pr�cticas del negocio.
En
cambio, en empresas donde actividades rutinarias, como las anteriormente
descritas, no son factibles, dada una naturaleza m�s creativa y
no estructurada de las operaciones que constituyen un proceso, es
tambi�n posible el apoyo de las TI, principalmente para facilitar
la coordinaci�n de las diferentes personas que intervienen en el
mismo. Un proceso muy com�n, con estas caracter�sticas, es el desarrollo
de nuevos productos o servicios en una empresa. Obviamente, cada
actividad dentro de esta cadena es altamente creativa y no puede
caer en la rutina; por ejemplo un estudio de mercado o el dise�o
del producto o servicio. Sin embargo, la informaci�n que se genera
en el proceso resultado de los estudios de mercado, planos
de dise�o, evaluaciones econ�micas, etc. puede ser generada,
ruteada y compartida computacionalmente. De hecho, hay software
especializados que permiten hacer esto, los cuales caen en las categor�as
de groupware y workflow [9]. Estos software no s�lo
manejan informaci�n, sino que tambi�n pueden asegurar que las actividades
se realizan de acuerdo a una secuencia preestablecida y en tiempos
predefinidos, contribuyendo al �xito del proceso.
En
todas las empresas en que las TI se utilizan para ejecutar y/o apoyar
un proceso, se favorece el trabajo en grupo de los participantes
en el mismo, debido a que la tecnolog�a los interconecta por
medio de redes computacionales y permite que intercambien
y compartan informaci�n, ya sea en la forma de mensajes o documentos
electr�nicos de cualquier tipo. Esto facilita la descentralizaci�n
mencionada al comienzo de este punto, el aplanamiento de la organizaci�n
y el funcionamiento por coordinaci�n horizontal entre ejecutantes
en vez de hacerlo a trav�s de la jerarqu�a.
1.4
Patrones de procesos
La
experiencia muestra que los mismos procesos se repiten en diferentes
organizaciones, de la m�s variada naturaleza [10], y que la manera
en que ellos se realizan en las empresas l�deres de acuerdo
a lo que se denominan "mejores pr�cticas" [30] es
muy parecida. Esto ha permitido concluir que en cualquier organizaci�n
hay un n�mero peque�o de tipos de procesos, entre 7 y 15 [7], y
cada uno de ellos, adem�s de tener una arquitectura o estructura
com�n que comparte con los otros, es muy parecido en su esencia
en diferentes contextos. As�, este autor ha demostrado que los procesos
de cr�dito hipotecario en un banco, la satisfacci�n de pedidos en
una empresa manufacturera, la atenci�n de urgencia en un hospital
y muchos otros, corresponden a instancias de una estructura o arquitectura
com�n con actividades y relaciones del mismo tipo de
un proceso que ocurre en todas las organizaciones y que genera el
producto o servicio que los clientes externos demandan. A esta estructura
com�n se la denomina patr�n de proceso [10], la cual detallaremos
en el Cap�tulo 3.
La
consecuencia de definir patrones de procesos en detalle que
toman la forma de modelos gr�ficos de f�cil comprensi�n reside
en que en ellos se pueden internalizar las mejores pr�cticas desarrolladas
en muy diferentes dominios, conformando una acumulaci�n de conocimiento
normativo respecto a c�mo debe realizarse la gesti�n. La disponibilidad
de este conocimiento permitir�a que numerosas organizaciones medianas
y peque�as pudieran mejorar sus procesos, sin tener que empezar
desde cero, lo cual tiene obvias implicancias en cuanto a aumento
de productividad.
Parece
natural que el conocimiento acerca de patrones de procesos sea administrado
por universidades o institutos de investigaci�n sin fines de lucro.
En esta direcci�n, este libro entrega una primera propuesta de patrones
de procesos que resume la experiencia del autor en la materia. Estos
patrones deben interpretarse como un punto de partida para una constante
mejora de ellos, que proponemos sea colaborativa. Es decir, muchas
empresas deber�an aportar su experiencia en dominios espec�ficos,
ya sea para perfeccionar un patr�n o para crear uno nuevo, los cuales
quedar�an disponibles para uso p�blico. La manera en que esto puede
ser llevado a la pr�ctica se discute en el Cap�tulo 11.
La
ventaja de un enfoque abierto, como el planteado, es que quienes
desarrollan software estar�an en condiciones de generar los apoyos
computacionales que los patrones especifican que componen
una parte importante del costo de llevarlos a la pr�ctica
para una comunidad de usuarios, lo cual permite usar econom�as de
escala y reducir el costo para cada participante. Los detalles de
c�mo tal software se puede desarrollar se dan en los Cap�tulos 9
y 11.
La
uni�n e integraci�n de los patrones que proveen rutinas de
trabajo y el software de apoyo con sus rutinas computacionales
constituyen un nuevo concepto de herramienta de manejo organizacional
que llamaremos Orgware. Esta "hace funcionar" la
organizaci�n generando comportamientos y un desempe�o apropiados.
Esta idea de Orgware se expande en el Cap�tulo 11.
La
propuesta que se desarrolla en este libro tiene relaci�n con otros
esfuerzos colaborativos en cuanto a estandarizaciones de procesos
que existen a nivel mundial, entre los cuales destacamos el Manual
de Procesos del MIT [43] y el Proyecto San Francisco de la IBM [12],
ambos rese�ados en el Cap�tulo 3. Sin embargo, ninguno de �stos
tiene el grado de apertura y de generalidad que nosotros proponemos.
Por
otro lado, algunos paquetes ERP (Enterprise Resource Planning)
pueden considerarse como una manera propietaria y limitada de compartir
conocimiento y experiencia de procesos. En efecto, algunos de estos
paquetes proveen modelos de referencia [20], que constituyen
una especie de propuesta de c�mo deber�a manejarse cierto proceso
de negocio para una situaci�n espec�fica; por ejemplo, satisfacci�n
de pedidos de productos en una empresa que mantiene inventario,
o manejo del recurso humano en una situaci�n de empleo estable y
baja rotaci�n. Estos modelos constituyen un punto de partida para
una empresa que quiere redise�ar sus procesos y apoyarlos computacionalmente,
y le permitir�an utilizar el conocimiento acumulado envasado
en modelos de referencia de varias empresas que anteriormente
han enfrentado la misma tarea. Por lo tanto, evitar�an tener que
partir de cero para elaborar un redise�o absolutamente particular
y los correspondientes apoyos de TI.
A
partir de los modelos de referencia, se pueden generar modelos de
procesos especializados a las particulares caracter�sticas de una
empresa. Tales modelos se utilizan para la adaptaci�n del paquete
de software por medio de par�metros y programaci�n a
los requerimientos espec�ficos establecidos, lo cual es un trabajo
humano de alto nivel t�cnico.
Las
dificultades de adaptaci�n del software ERP empaquetado dada
su inherente inflexibilidad y el tiempo excesivo que ello
implica lo cual contradice el objetivo central de comprar
un paquete, cual es la rapidez de implementaci�n ha hecho
que la mayor�a de las organizaciones adopte, en gran medida, las
pr�cticas de proceso impl�citas en el software; vale decir, sin
asegurar que las pr�cticas de trabajo de los usuarios de los paquetes
est�n explic�tamente definidas.
Existe
otra raz�n de peso para modificar lo menos posible un software ERP,
cual es el problema de las versiones. Al modificar un paquete, las
versiones sucesivas del mismo deber�an tambi�n adaptarse, lo cual
genera un gran desincentivo.
Adem�s,
tanto los modelos de referencia como el enfoque de modelamiento
para adaptarlos a un caso particular son totalmente propietarios;
vale decir, no respetan est�ndar alguno y hay que pagar por ellos
y la consultor�a asociada.
Todo
lo anterior hace que los paquetes ERP no tengan, en la opini�n de
este autor, un gran potencial a lo menos en sus versiones
presentes y modalidad actual de uso en la mejora de procesos
y en compartir conocimiento al estilo de los patrones que nosotros
proponemos, aunque s� pueden ser un veh�culo de implementaci�n,
como se explica en el Cap�tulo 8.
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