Patron
del Proceso Venta y Distribuci�n de Stock
Indice del Documento
1-.
Introducci�n
2-. Venta y Distribuci�n de Stock
3-. Uso del Patr�n Macro1VDS
4-. Anexo 1
3. USO DEL PATR�N MACRO1VDS
Este patr�n puede aplicarse en las situaciones t�picas que tienen
las caracter�sticas especificadas en el punto 2.1. La aplicaci�n se
hace por medio de un procedimiento de especializaci�n, el cual se
explica en detalle en la referencia [1]. La especializaci�n de Macro1vsd
a un caso particular puede ser para representar una situaci�n actual
o para generar un redise�o. En el primer caso, simplemente se verifica
en la realidad la existencia de cada una de las actividades y flujos
que incluye el modelo y se editan las entradas del diccionario para
reflejar las pr�cticas de trabajo que se utilizan actualmente en la
empresa. Dado el car�cter normativo del patr�n, lo habitual es encontrar
que muchas de las actividades y flujos que propugna el mismo no ocurren
en la realidad y, por lo tanto, son eliminadas del modelo. Por ejemplo,
en la mayor�a de las situaciones que uno encuentra en la pr�ctica,
no hay modelamiento formal del comportamiento de los clientes ni modelamiento
de las ventas para realizar pron�sticos; tampoco se encuentran pr�cticas
automatizados de atenci�n y decisi�n de pedidos de clientes; y no
se hace una planificaci�n formal de la distribuci�n. Esto implica
que todas las actividades y flujos del patr�n que tienen que ver con
estos aspectos deben eliminarse o editarse para reflejar la realidad,
tanto en los modelos gr�ficos como en el diccionario. Cuando el patr�n
se utiliza para generar un redise�o propuesto para un proceso que
caiga dentro del dominio de Macro1vsd, se puede partir desde un modelo
de la situaci�n actual, como el rese�ado en el p�rrafo anterior, o
directamente del patr�n. En el primer caso, las ideas de redise�o
ya est�n presentes en el estudio de la situaci�n actual, ya que la
comparaci�n entre el patr�n y lo que ocurre en la realidad ha generado
una brecha entre lo que el modelo propugna "debiera ser" y lo que
"realmente existe". Por lo tanto, el redise�o debe centrarse en cerrar
la brecha hasta donde sea t�cnica y econ�micamente factible. La factibilidad
t�cnica depende de que la empresa tenga los medios tecnol�gicos y
de conocimiento que permitan llevar a la pr�ctica las ideas de redise�o.
La factibilidad econ�mica tiene que ver con los costos y beneficios
que se generar�an si se implementara el redise�o. Por ejemplo, si
se propone, como un aspecto del redise�o, implementar una base de
datos anal�tica para realizar datamining y poder desarrollar modelos
de comportamiento de los clientes que lleven a una mejor segmentaci�n
de los mismos y, por lo tanto, a campa�as de Marketing dirigidas y
de mayor rendimiento, el problema t�cnico reside en la disponibilidad
de datos, servidores, software adecuado y de personal que permita
implementar las bases de datos y el datamining. De existir estos medios
tenemos factibilidad t�cnica. Sino, se puede descartar el redise�o
inmediatamente, por considerar fuera de las posibilidades de la empresa
acceder a tales medios, o pasar a la factibilidad econ�mica, considerando
todos los costos necesarios para adquirir tales medios. El an�lisis
econ�mico debe considerar todos los costos necesarios, tanto de inversi�n
como de operaci�n rutinaria, para poder implementar el redise�o y
los beneficios que se generar�an al llevarlo a la pr�ctica. Por ejemplo,
el uso de datamining puede implicar la contrataci�n permanente de
un especialista que cree las bases de datos y opere el software apropiado,
lo cual implica un costo operativo permanente. Este y otros costos
que deben establecerse, deben ser balanceados por los beneficios provenientes
de los mejores resultados que se obtendr�an de las campa�as de Marketing,
en t�rminos de ahorro de recursos por mejor focalizaci�n y mayores
ingresos por mayores ventas.
Al tener costos y beneficios estimados, se puede aplicar una t�cnica
est�ndar de evaluaci�n econ�mica �por ejemplo, c�lculo de una TIR
sobre un per�odo adecuado� para determinar la conveniencia de llevar
a la pr�ctica el redise�o.
Lo anteriormente rese�ado para un aspecto particular del redise�o,
debe realizarse para el conjunto de los cambios que se proponen a
partir del patr�n.
El caso en que no existe un modelo de la situaci�n actual es muy parecido
a lo recientemente descrito. La �nica diferencia es que las propuestas
de redise�o, en vez de originarse en una brecha expl�cita entre lo
que norma el patr�n y lo actual, se basan en una selecci�n de los
aspectos del patr�n relevantes para el caso bajo estudio y que obviamente
no existen actualmente.
La especializaci�n, propuesta de redise�o a partir de �sta y la evaluaci�n
de �sta para decidir si llevarlo a la pr�ctica, son parte de una metodolog�a
integral de redise�o de procesos que se describe en la referencia
[1].
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